Riesgos por no diseñar e implementar un Sistema de Gestión Ambiental (SGA)
Un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) es una herramienta fundamental que permite a las organizaciones gestionar y minimizar sus impactos ambientales. Sin embargo, muchas empresas aún no han diseñado ni implementado un SGA adecuado, lo que puede traer consigo una serie de riesgos significativos.
Debido a lo anterior, te queremos compartir los principales riesgos asociados con la ausencia de un SGA y por qué es crucial que las empresas tomen medidas proactivas en este aspecto.
Uno de los riesgos más evidentes de no contar con un SGA es el incumplimiento de regulaciones y normativas ambientales, que, como comentamos en un blog anterior, no precisamente es por desconocimiento, sino por una falta de seguimiento a cada tema regulado en particular. Es así que, por un lado, siendo conscientes de que las leyes ambientales están en constante evolución y varían entre regiones y países, es importante mantenerse actualizados y pendientes de sus regulaciones. Pero, por otro lado, sin un SGA que permita monitorear y gestionar el cumplimiento de estas normativas, las empresas pueden enfrentarse a sanciones legales y financieras significativas.
Reconociendo la era de la información en la que nos desarrollamos en la actualidad, los consumidores y las partes interesadas están cada vez más informados y preocupados por el impacto ambiental de las empresas. La falta de un SGA puede resultar en una mala reputación, ya que la organización puede ser percibida como irresponsable o indiferente a las cuestiones ambientales. Esta percepción negativa puede llevar a la pérdida de clientes, la disminución de la lealtad de los consumidores y el deterioro de la imagen corporativa.
Otro de los riesgos, por la ausencia de un SGA es que la organización presente un impacto ambiental importante, ya que es probable que exista una ineficiencia en el uso de recursos, lo cual, al mismo tiempo, puede generar un aumento en los costos operativos y eventualmente, reducir su competitividad en el mercado.

Un SGA, simplemente, puede contribuir a mitigar la contaminación del aire, agua, suelo y la degradación de ecosistemas. Esto es favorable, pues recordemos que dañar el medio ambiente, también puede tener consecuencias a largo plazo para la comunidad, la biodiversidad local y el bienestar personal de cada uno de nosotros.
Perder oportunidades de negocio importantes es otro de los posibles riesgos por no contar con un SGA ya que muchos clientes y socios comerciales buscan trabajar con empresas que demuestren un compromiso con la sostenibilidad ambiental. Además, la ausencia de un SGA puede evitar que una empresa obtenga certificaciones ambientales reconocidas, como ISO 14001, que pueden ser un requisito para participar en ciertos mercados o contratos.
El SGA también ayuda a las empresas a ser más resilientes y adaptarse a cambios en el entorno regulatorio y las expectativas de los stakeholders. Sin un sistema para evaluar y gestionar los riesgos ambientales, las empresas pueden tener dificultades para adaptarse a nuevas regulaciones o eventos inesperados, lo que puede afectar su capacidad para operar de manera efectiva.
En Llum Agencia de sostenibilidad, jugamos un papel crucial en el diseño e implementación de Sistemas de Gestión Ambiental para tu organización. Nuestro enfoque integral y personalizado no solo asegura el cumplimiento de normativas ambientales, sino que también te garantiza la identificación de oportunidades para mejorar el desempeño ambiental de tu organización y generar un valor a largo plazo.
Nuestra experiencia y conocimiento en regulaciones ambientales y estándares internacionales, como HIGG Index e ISO 14001, permiten que las organizaciones se mantengan actualizadas y en conformidad con las leyes aplicables.
Al ayudarte a diseñar un SGA, nosotros nos aseguramos de proporcionar ideas para generar prácticas de gestión de recursos eficientes que no solo beneficiarán al medio ambiente, sino que también reducirán los costos operativos, pues te ayudamos a identificar oportunidades de ahorro energético, optimización de recursos y reducción de residuos, lo que, eventualmente, resulta en una operación más eficiente y rentable.